Estaba convencida que tarde o temprano le vería alguna utilidad a Foursquare más allá de hacer check in para conseguir más puntos y trofeos. Más allá de la propia gestión de la vanidad. Y la descubrí en las vacaciones. Fué quizá por marcar nuevos lugares o por recuperar la rutina de hacer check, quién lo sabe. Había estado una semana sin tocar redes sociales, ni el móvil. El caso es que abrí la aplicación y le dí a chek in en Terra Mítica. Y me salió una oferta de descuento del 50% en la entrada. ¿La entrada a mitad de precio por un check? Pensé que tenía truco; pero no. La cajera me miró con sorpresa, no conocía esa opción que sin embargo estaba en el ordenador. 17,5 € menos que tenía que pagar. ¿Qué consigue la empresa con ello? Pues es lo que me pregunté en el parque temático. No lo he visto anunciado, y he visto otras posibilidades de negocio con Foursquare, como regalar un ingrediente de pizza o un tamaño de café por el precio de uno más pequeño. Pero nunca un descuento de la mitad del precio.
El efecto más inmediato fue comentar lo ocurrido en mis redes sociales, con lo que les dí publicidad al compartir la información. Y reconozco que el parque temático me gustó, por la temática y por los espectáculos. La ambientación es fantástica, la disposición hacia el visitante con piscinas, pasadizos refrescantes, y atracciones para niños. Me sorprendió gratamente. Quizá la entrada a mitad de precio me predispuso a que me gustara más. Lo comparé con otros temáticos en los que he estado y me gustó más. Y eso que hacía bastante calor.
A partir de ese momento, cuando voy a un sitio de diversión, antes de sacar la entrada, saco el Foursquare por si me encuentro con otra sorpresa de ese estilo. ¿Quién no lo haría? Sí, sé que estoy vertiendo a la red información sobre mis gustos, preferencias y rutinas. ¿Acaso no es beneficioso para mí? A lo mejor así, en vez de llegarme publicidad que no me interesa, me llegan ofertas acordes a mi gusto
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