martes, 3 de mayo de 2011

Pensamientos aleatorios

Hoy es el típico día en el que en mi mente fluyen las preguntas. Ayer recibíamos la noticia de que militares estadounidenses habían localizado y matado al terrorista más buscado del planeta, Osama Bin Laden. Muchas personas salían espontáneamente a la calle y se felicitaban por esa acción. Tras años de búsqueda, se había hecho lo que ellos denominan Justicia. ¿Realmente ha sido así? No sé, alegrarse por la muerte de una persona no creo que sea lo mejor. Bin Laden ha muerto, pero sus ideas perviven y sus terroristas seguramente estarán pensando cómo vengar la muerte del líder. La violencia sino conlleva más violencia, más dolor. ¿Por qué no se le ha detenido y juzgado? ¿Quizá porque el tribunal de La Haya no contempla la pena de muerte?¿Esa muerte va a devolver la vida a las víctimas o a eliminar el dolor de los familiares y los heridos? ¿Era la muerte la mejor opción? Sus repercusiones pueden ser tantas, que la verdad no lo tengo muy claro. Puede producir una oleada de atentados y que algunos lo consideren como un mártir. Puede ser peor el remedio que la enfermedad. Por no hablar de el relativo miedo que da la frase de Obama de que como nació EEUU puede hacer lo que quiera. No sé, parece como que si volvieran a ser ese "poli mundial" con derecho a intervenir en cualquier país que vaya en contra de sus intereses. Como si volviera a haber países de primera y de segunda. Mientras los gobernantes de los EEUU sean responsables puede que vaya bien, pero ¿qué pasaría si gobierna un lunático? Se presentan demasiados interrogantes.

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