miércoles, 1 de octubre de 2008

La vuelta al trabajo

A partir de ahora tendré que actualizar sobre estas horas porque antes estoy en el trabajo. Después de dos años, que se dice pronto, he vuelto a la oficina. Han cambiado muchas cosas y yo tampoco soy la misma que se fue, por lo que aunque es volver, todo es nuevo. Estoy recibiendo un curso de formación porque los cambios en la empresa y en el departamento han sido muchos en mi ausencia. Por lo que tengo que aprender mucha metodología y nuevos programas informáticos... aunque lo básico está en algun lugar de mi memoria. Esperaba no encontrar nada de mi antiguo puesto y sin embargo, encontré una caja que tenía mis muñequitos, mis post-it y hasta la almohadilla del ratón. Lo que más ilusión me ha hecho ha sido la vaquita que me regaló mi marido, aunque me ha encantado volver a ver mis cosas es como si volviera a ser un lugar mío. Por lo demás, me he pegado un madrugón (¿quizá los nervios de la vuelta al trabajo?), he intentado dejarle todo preparado a mi marido para que no tuviera problemillas con el peque y he conseguido aparcar relativamente cerca. Supongo que, como en todo, debo superar el periodo de adaptación y cuando esté sentada frente al ordenador seré plenamente consciente de que el periodo de excedencia se ha acabado. Porque, por ahora estoy en el curso de formación, sin enfrentarme a la realidad del día a día. He ido sin una idea predefinida, sin esperar nada y me he llevado sorpresas bastante agradables. Además, no es lo mismo que volver de vacaciones, porque yo tengo las reservas de sueño bien cubiertas, me he enfrentado con otra realidad y, no sé cómo decirlo, pero lo estoy disfrutando, lo vivo de otra manera. No sé si es porque todavía no me he ubicado o porque tengo una motivación especial y he madurado mucho más de lo que puede parecer en este tiempo. Me tomo las cosas de otra manera. Además creo que la preparación que he ido haciendo en Septiembre ha sido acertadísima. Mis actividades mañaneras han dado su fruto y aunque no he tenido mi paseo matutino, tengo las pilas bien cargadas. Creo que es la manera de enfrentarse a esta novedad que me ha brindado hoy la vida.

La mayoría de los que estaban cuando yo me fui ahora son supervisores, coordinadores o tienen otras funciones. Es algo que no me afecta, porque en mi vida, lo importante son los "pilares" no tanto la carrera ascendente profesional. ¿Cuáles son mis pilares? Mi familia. El tiempo que he pasado con mi peque no lo paga el mejor de los cargos. Ahora soy gestora, sin más... pero mi "mayor título", mi mejor etiqueta es la sonrisa o el abrazo de Dani, poder seguir pasando las tardes con él, sorprenderme de sus ideas, estar jugando, inventando cosas nuevas. Yo intentaré cada día hacer mi trabajo con eficacia, lo mejor posible... pero no vivo para trabajar, sino que es una faceta más de la vida, una herramienta para conseguir otras cosas. Lo importante es estar contenta con lo que se hace, sabiendo donde está la verdadera alegría y yo lo sé y yo lo estoy. Sé que hay otra manera de vivir, de pensar y de actuar. Habrá imprevistos, dias chungos y días malos... ya los afrontaré cuando lleguen. Tengo una base sólida, mi batería de buenos momentos, de buenas razones está a tope y tengo mucha más seguridad y confianza que antes.

Ahora toca hacer cambalaches para comer antes de recoger a Dani, pero... por ahora creo que me voy a apañar bastante bien.

No hay comentarios: