lunes, 21 de abril de 2008

Señales

Me encanta bricomanía. Es uno de esos programas tremendamente útiles. Sí, porque todo el mundo tiene en casa una fresadora, un banco de trabajo, un nivel de líneas cruzadas para hacer agujeros, una cortadora eléctrica... vamos una habitación enteramente dedicada a una especie de taller y otra para pintar. Como los pisos actuales son tan amplios que sobran habitaciones cualquiera puede tener en casa una habitación para el bricolaje. Y los que no tienen una casa-mansión siempre pueden aprovechar que los hijos se independizan muy pronto, más ahora con todas las facilidades para comprar o alquilar una casa. Y el que lo niegue es por envidia o ceguera, porque nuestra economía está estupendamente. No me quiero desviar del tema. Hablaba de bricomanía y sus útiles consejos. Es un programa estupendo para darte ideas y nociones básicas de hacer cosas en casa... porque mejor no hacer lo que ellos hacen. Primero porque no tendrás las herramientas. Segundo porque no tienes sitio. Tercero porque tienen cada idea... ayer, por ejemplo, hicieron un cabecero para la cama que servía de estantería. Parecía útil hasta que ha puesto una balda justo encima de la almohada. Vamos que te levantas medio dormido y te pegas un batacazo... está bien pensado porque caes de nuevo en la cama y puedes seguir durmiendo. Vamos, que han pensado en todo. Y lo digo, la idea del cabecero-estantería me parece estupenda, aunque no me vale para casa. Te ahorras una pasta en mesillas. Te lo gastas en tiritas, tiempo y material. Pero eso sí, te quedas encantado con un mueble artesanal, hecho por ti.

Bricomanía es un programa estupendo para darte ideas, salirte de lo corriente, darle tu toque personal a tu casa. Porque a veces parece que te compras una casa y es como un centro comercial, visto uno has visto todos. Las mismas plantas, los mismos muebles, las mismas lámparas, las mismas fotos del viaje de bodas (que suele ser siempre al mismo sitio). Para encontrar alguno que se salga de lo corriente, prácticamente te tienes que hacer de una inmobiliaria. Si no fuera así, alguna empresa sueca se iría a la quiebra. Estamos viviendo en un mundo cada vez más homogeneizado, cada vez es más igual. Algo que tiene ventajas; pero lo que es en casa de uno, a mi sinceramente no me va. Me gusta buscar lo diferente, aunque eso suponga comprar un mueble en una tienda y otro en otra ciudad. No soy de los de "casa completa por 1000 euros". Me pregunto qué calidad tendrá eso para poner toda la casa por mil euros. Deben ser muebles casi de miniatura, al estilo las de 30 metros por lo que sobran muchos muebles. Te compras un sofa desmontable y te vale como cama.


Bueno, y más de uno se preguntará que por qué se llama el post "Señales" si estoy hablando de casas, muebles y bricolaje. Primero porque todos son indicadores de por dónde va la sociedad. Se busca lo útil, lo rápido y lo que no nos haga pensar demasiado. Son un exponente como el GPS, un invento muy útil para dejar de perderse. Yo lo reconozco, tengo bastante buen sentido de la orientación y no me pierdo así como así... pero conozco gente que se pierde hasta para llegar a su casa. El GPS ayuda a ser más independiente y no estar preocupado si encontrarás a alguien para preguntar, o tener que leer un mapa (algo difícil si vas en el coche solo). Recuerdo que en nuestro viaje de novios alquilamos un coche para movernos por Sicilia. Nos equivocamos y en vez de ir por una autopista, acabamos en una nacional, la carretera que va de Vizzini a Palazzolo (no se nos olvidarán los nombres). Parecía una carretera normal, una nacional poco iluminada. Pero en una curva pasada de una carretera de dos carriles a una especie de pista forestal para bicicletas. Eso en un país diferente, donde los pueblos por la noche no tenían luz, en la zona de los Corleone, la verdad es que daban ganas de salir corriendo. Y sin embargo, siempre hay una señal que nos indica el camino. Llegamos a nuestro destino conociendo otros sitios. Hay que saber donde nos encontramos siempre y estar pendientes de las señales.


¿Vemos las señales en nuestra vida? Si vas atento sí. Las cosas no pasan por casualidad y a veces ocurren cosas que nos cambian la vida por completo. ¿Un ejemplo? Si no hubiera decidido abrir el blog en la coctelera, no habría conocido a tanta gente. Nuestras decisiones tienen consecuencias, nos pueden llevar a sitios diferentes. ¿Nos perdemos? Bueno, diría que no porque todas las etapas de un camino son necesarias para la persona que lo recorre. Cada uno tiene su ritmo. A veces un pinchazo nos puede librar de un accidente a 300 metros. Lo importante es tener puntos fijos de referencia. Que tardes más o menos es algo secundario. Pueden ser señales "oficiales" o las tuyas propias. Nosotros en nuestros viajes siempre decimos que vamos bien si hay piscinas a la vista. ¿Por qué? porque la primera vez que indiqué el camino de mi casa a mi marido le fui poniendo referencias que se vieran bien y que no se movieran, y las tiendas que venden piscinas son estupendas para ello. En nuestra vida también tenemos esas señales, a veces tienen forma de personas, otras de momentos o de sentimientos. Por ejemplo, que nos duela algo es buena señal para llamarnos la atención de que hay que cuidarse mas o ir al médico. Siempre hay señales, sólo se trata de ver, de estar atentos, sabiendo dónde queremos llegar.

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