martes, 29 de noviembre de 2011

¿La actualidad marca el ritmo?

¿Por qué será que siempre que escucho la frase del título me acuerdo de la canción de "Ritmo de la noche"? A veces mi asociación de ideas me sorprende. Más cuando a mi precisamente eso de salir a bailar como que no me va demasiado; pero la música es otra cosa. Tengo, o tendría, muchos temas que tratar, desde la actualidad política hasta la personal, en la que tengo muchas frases que al estilo Twitter, resumen casi mi filosofía de vida. Por ejemplo, hace unos días hice un ejercicio que recomiendo: leer los status de mis contactos de whatsApp seguidos. Os aseguro que hacía tiempo que no me reía tanto. Creo que sería un ejercicio a repetir cada cierto tiempo. Tiene más sentido que algunos discursos que he oído, y desde luego la reacción es mucho más gratificante. Supongo que si tienes pocos contactos, a lo mejor no es tan divertido. Por el derecho a la intimidad de mis contactos, no voy a poner las frases que formé; pero de verdad que os invito a que lo hagáis. Muestra muy bien lo que se plantea cada uno, son como perlas de filosofía vital, lo que quiere mostrar cada persona a los demás. Aún sonrío.

Disfrutar de los buenos momentos y tener esos símbolos que despiertan recuerdos es algo que marca el verdadero ritmo de mi vida. Porque, tarde o temprano todo pasa por el tamiz de nuestra experiencia y nos sorprende lo que puede provocar. Impacta más que la publicidad o esas palabrejas extrañas que he aprendido como el IOR. Porque cuanto más me muevo por las redes sociales, más me doy cuenta que el online y el offline se mezclan como si fuera una red, y sorprende descubrir que, aunque no conozcas a una persona físicamente, puedes conectar con ella. Las redes dan oportunidades. Lo que hagas con esas oportunidades es cosa tuya. Y como te muestres, también es cosa tuya. Son posibilidades de hacer cosas diferentes, de ver otros puntos de vista, ni mejores ni peores. Si en más de una ocasión he escuchado que la vida siempre se abre paso, cada día estoy más convencida de que la humanidad hace lo mismo. Por mucho que a veces queramos deshumanizar, no dejamos de ser seres sociales y hasta con errores, la humanidad se abre paso. Es algo más que hacerse notar, que gestión de vanidad, es ser humano. Y ahí, los errores, las crisis son otra oportunidad más. Depende de las metas que te marques y el esfuerzo que inviertas. Porque todo conlleva una inversión, no siempre monetaria. El ser humano tiene algo más valioso que el dinero: el tiempo y el corazón. Puedes saberte la teoría; pero si no te tomas tu tiempo para vivirlo, para experimentar, para vivir y recordar... por mucho que inviertas, no llegarás. No se trata de repetir, sino de aportar algo diferente. Y es más sencillo de lo que a veces nos atrevemos a pensar. Porque cada persona es diferente al que tiene alrededor. Hasta los gemelos, tienen vivencias y experiencias distintas. Tenemos tanto que aportar al mundo, desde nuestro lugar, desde donde estamos y hacemos de forma cotidiana, que no hacerlo... debería ser delito. Está muy bien que tengamos personas inspiradoras; pero no podemos conformarnos con copiar formatos, con repetir como si fuéramos grabadoras reproduciendo un mensaje. Siempre es preferible el original a la copia. ¿O vale lo mismo un bolso de Prada a uno de Prata? No, aunque a simple vista parezcan iguales. Con las personas ocurre lo mismo, somos iguales y diferentes al mismo tiempo. Somos originales y cada uno marca su propio ritmo. No podemos renunciar a ello, porque hacerlo supone renunciar a nuestra propia vida para estar a merced de lo que digan los demás. Nunca se puede caer bien a todo el mundo. Y es bueno que sea así. Tampoco se puede caer mal a todo el mundo. Es genial que te quieran y que te valoren los demás; pero hay que empezar por uno mismo. Así, por muchos terremotos y tempestades que tenga la vida, seguiremos adelante. A pesar de que parezca que nos quedamos quietos aguantando el temporal.

Lo importante es creer en lo que haces, tener la confianza. Yo díría que, antes que eso, hay que creer en uno mismo, a pesar de lo que diga el resto. Te animen o desanimen, es mejor que tomes las riendas y hagas lo que creas que tienes que hacer. ¿Es de ilusos? Bueno ¿y qué? ¿Quién es más feliz, quien cree en uno mismo o quien tiene que sacar defectos a los demás, o se cree en posesión de la verdad y se aisla porque no soporta la soledad de su propia piel? ¿Vivir siempre de la imagen? ¡Buf! Eso debe ser agotador y no llega a ningun lado, porque siempre, repito SIEMPRE, hay alguien mejor que tú, con quien se te puede comparar. Es desolador, por lo menos. Hasta el mejor del mundo, tarde o temprano caerá. ¿Quién habría dicho hace 6 años que el nº 1 del tenis mundial no iba a ser Roger Federer? ¿O quién le iba a decir al Barça hace unos días que podría perder contra el Getafe? Y la realidad es la que es, nos guste o no.¿Por qué pelear contra ella? ¿No es mejor verla tal cual? Porque tiene los dos lados, el bueno y el malo. De tí depende lo que marque tu ritmo vital.

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