miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Apestados? No. Personas

Hace unos días tuve una de esas experiencias que me parece que voy a recordar durante mucho, mucho tiempo. Viendo que los médicos del centro de salud no conseguían saber qué es lo que me pasa, me fuí a urgencias. Lo primero que me preguntaron es si tenía fiebre y efectívamente había tenido. Así que me dieron una mascarilla, por la "temida" gripe, ya no sé si es la A, la B, o yo qué sé... pero lo cierto es que aparecí con la mascarilla y en la sala de espera todo el mundo me miró como una apestada. Me dieron ganas de ponerme a toser a lo bestia. De verdad, si hubiera tenido un trozo de filete a mano, lo habría tirado al suelo al grito del "esta lepra me está matando". ¿Por qué juzgamos sin saber lo que les pasa a los demás? No tengo gripe, mi fiebre era por infección de orina; pero al ver la mascarilla la gente se separó de mi lado como si tuviera la peor enfermedad. ¿La mascarilla me protege a mi o a ellos? Bueno, yo la llevaba por fuera, pero hay muchos que la llevan por dentro. Me recordaban a las historias del Antiguo Testamento cuando obligaban a los leprosos y a los que tenían peste a ir con campanas gritando ¡impuro!, manteniendo la distancia, viviendo fuera de las ciudades, poniendo muros para proteger a los sanos... Y me pregunto cuántas veces en la historia esa politica ha originado odios, guetos, separaciones raciales, fronteras infames... ¿No vamos a aprender nunca? Juzgamos demasiado pronto. Entiendo que hay que tomar precauciones para evitar contagios, pandemias... pero juzgar... tratar a los demás con frialdad de corazón. ¿Estamos perdiendo corazón en la sociedad? Bueno, me temo que es una pregunta a la que hay que responder cada uno en su situación. Vamos por el mundo ¿como personas o como cosas? Me explico: al coger el coche, ¿pensamos en los demás o sólo en nosotros? ¿y al ir por la calle? ¿en nuestras relaciones personales y el trato con lo que nos rodea? ¿Ponemos corazón o se nos ha endurecido y sólo miramos el interés? Si es el corazón miraremos a los demás con corazón, si es interés, veremos la mascarilla y sólo actuaremos como si fueran apestados sin pensar si lo que tiene es gripe u otra cosa. No nos importará el dolor, el sufrimiento no sólo físico que está pasando esa persona.

¿Me habría dado cuenta de esas miradas si no hubiera llevado la mascarilla? Bueno, observar es algo que me sale espontáneamente. Formación profesional, supongo. Observando a los demás se aprende mucho y, en cierta forma, las personas te dicen lo que necesitan, aunque no siempre usen las palabras para ello. Muchas veces las cosas serían más sencillas si escuchásemos y estuviésemos atentos a los demás, les prestásemos atención. Lo que ocurre es que cuando estamos hablando con alguien, a veces, estamos pensando en respuestas, antes de escuchar al otro, y, otras veces, estamos pensando en nuestras propias cosas. No solemos tener demasiado tiempo para estar atentos a los demás... y... curiosamente, así tardamos el doble de tiempo para solucionar los problemas. Sólo hay que salir de uno mismo y al tiempo, tener el valor para comunicarse con los demás y con nosotros mismos. No es sencillo; pero merece la pena intentarlo porque somos seres sociales y sólo en esa relación llegamos a ser personas de verdad. Y para eso, lo mejor es no juzgar a los demas antes de tiempo, antes de saber qué les pasa detrás de "su" mascarilla.

No hay comentarios: