lunes, 19 de mayo de 2008

Siempre se repite la misma historia

Después de cuatro días sin publicar, me pongo de nuevo ante el teclado, revisando antes las noticias de lo que pasa por el mundo. Llevo unos días como el tiempo. Mi cabeza lo cierto es que no sé si es mía o me la han prestado porque los ataques de cefalea han sido casi continuos. Afortunadamente, mi marido se había tomado el viernes de vacaciones por lo que he podido delegar el protagonismo en ser el compi de juegos de Dani. Y ese agradece ese no tener que hacer las cosas cuando la cabeza parece un géiser a punto de salir el agua. Así que casi me he puesto en plan marmota, dentro de la cueva oscura en la que transformamos la habitación para que no entrara ni un rayito de luz. Y allí, en la oscuridad de la habitación todo queda a un segundo plano cuando la cabeza parece un yunque y descubres que el cerebro sí que puede doler ¡y cómo!

¿Qué ha pasado en estos 4 dias en el mundo? Bastantes cosas, desde desgracias naturales como las consecuencias de los terremotos de China, hasta los politiqueos de la junta militar de lo que antes se conocía como Birmania, o las consecuencias de los violentos de siempre tocando las narices con bombas o influyendo en la política de los parlamentos autonómicos. A éstos últimos no les voy a dedicar ni una línea más, porque es una publicidad que no se merecen. ¿Y a nivel deportivo? Bueno, no voy a hacer leña del árbol caído; pero el bajar a segunda va a ser una cura de humildad para cierto equipo. Si mi memoria no me falla, el año pasado le dedicaron un "a segunda oe" a los bermellones contra los que jugaron ayer y que certificaron que en el año de su expo les cayera una jarro de agua bien fría. Que prueben su propia medicina. Me caían bien, hasta que empezaron a creerse lo que no son. Lo siento por sus buenos aficionados; pero por ciertos "bocas" me parece que una temporada en la división de plata no les vendrá nada mal. Y espero que sirva para otros hinchas para no cantar esas rimillas en los campos de futbol que se pueden volver en contra de los cantantes. Todos recordamos a cierto futbolista culé atacando en una celebración a su antiguo equipo. Lo que ha ocurrido este año, no era racismo... que va... eran de revancha, de hacer tragar unas desafortunadas palabras. Y no quiero acabar el párrafo deportivo sin hablar de la vergüenza que me ha dado viendo a la alcaldesa de Valencia pidiendo a esos maniquíes que se llaman deportistas que salieran al balcón a celebrar la Copa del Rey con su afición. Me parece lamentable y de multa. Casi para declararlos personas non gratas en Valencia. ¿Quién se han creído que son? Menudos niñatos que se ponen en plan orgullosos cuando no han hecho nada en toda la temporada y sin embargo han seguido cobrando los millones. Y se permiten el desaire a su afición. Muy, pero que muy lamentable. Éstos sí que necesitarían un curso intensivo de EpC (pero de la buena).


En estos días todo el mundo tiene "miedo al destape". No es como en tiempos de la dictadura, sino que es el temible momento Bikini. Mientras hay ropa que lo cubra, el cuerpo no nos preocupa demasiado, pero cuando llega el calorcito, sacar las "lorzas" al sol, a más de uno le produce verdadero terror. Y empiezan a sacar las ofertas de las clínicas contra el vello, contra la celulitis, contra los michelines... y contra el bolsillo, porque esas cosas cuestan, no tanto como la hipoteca, pero casi. Y todo para que en cuanto desaparezca el calor, nos abandonemos y nos pase lo mismo el año que viene. Vivimos demasiado pendientes de lo que ocurre fuera de nuestra piel. No digo que la obesidad no sea un problema; pero tampoco creo que sea muy normal tener una talla 36 (o aspirar a tenerla) con 40 años. Pensándolo bien, si te compras unos levi's sí que se puede, porque el tallaje es mucho menor. Si es que quien no se consuela es porque no quiere. ¿Por qué aparece ese sobrepeso? Supongo que el trabajo tiene bastante que ver, al igual que la vida sedentaria que tarde o temprano pasa factura. El inicio de año está lleno de buenísimos propósitos que a estas alturas de año ya se han abandonado en muchos casos. Queremos cosas efectivas y que no cuesten... y eso es casi imposible. Yo sigo usando mi maquinita; pero sobre todo porque gracias a ella los cólicos son unos episodios esporádicos. Si fuera por adelgazar, hace mucho que la habría abandonado. Y lo de comer poco, no sirve de nada quitarse comidas. Creo que es mejor bajar la cantidad y comer más a menudo. Las famosas 5 comidas que hacen los niños, junto con dejar los malos humos de los coches. En mi caso, mi coche casi ni es necesario. Puedo moverme perfectamente por el pueblo en el que vivo andando, con lo que me ahorro gasoil, neumáticos, parquímetros y gano a la hora de hacer un poco de ejercicio. Sé que no todo el mundo puede decir lo mismo. El trabajo nos hace dependientes de muchísimas cosas, que no son tan necesarias como nos creemos.


Hablando de trabajo, me llama la atención la cantidad de tiempo que dedicamos al trabajo. Nos encanta poner esa excusa en nuestra vida. "No, no puedo hacer tal o cual cosa porque tengo mucho trabajo". Jajaja. De verdad que me río, porque todos tenemos cosas que hacer. Parece que por el hecho de ser mujer tenemos que trabajar fuera de casa... y dentro. Cuando tienes un crío, parece que las riendas, las triquiñuelas para cuadrar horarios, las tenemos que hacer siempre las mujeres. Puede que sea porque nuestros sueldos (si existen) sean menores, o porque es necesario que lo haga alguien y claro, como te has ocupado del peque durante 9 meses pues ya eres una experta. Tener un peque es un regalazo; pero también una responsabilidad de dos personas. De su papá y de su mamá. Si se cuenta con la ayuda de los abuelos, genial... PERO... (en mayúsculas porque es muy importante)... QUIEN TIENE LA RESPONSABILIDAD DE EDUCAR Y DE CUIDAR SON LOS PADRES... que los abuelos no pueden suplir a los padres, tienen su propia vida y se han ganado la jubilación y el ir a su aire. Eso de tener a los abuelos en casa sin poder hacer nada más que tener una especie de guardería 24 horas me parece por lo menos abusivo. No, si eres padre (o madre) lo eres 24 horas y debes adecuar tus horarios y tus acciones a esa condición de ser padres. Así que nada de excusarse en trabajos, porque tu responsabilidad mayor, el proyecto de tu vida es esa cosita pequeña que necesita su cambio de pañales, su bibe... el cariño de los suyos. Está demostrado, si un bebé no recibe cariño, pero recibe todo lo demás, se muere. No hay que traerles al mundo porque toca, sino porque queremos compartir nuestra vida con ellos.


Porque toca. Me encanta esa frase. A veces hacemos las cosas porque toca. Si estás solter@, buscas pareja. Si tienes pareja, te toca casarte. Si te has casado, toca tener un crío, si lo tienes... toca la parejita. ¿Y cuándo toca la lotería, el que te bajen la hipoteca... o que la gente deje de meterse en tu vida? Yo no tuve novio porque tocara, sino porque me encontré con una persona estupenda. No me casé porque tocara, sino porque quería apostar, compartir mi vida con mi novio. No tuvimos a Dani porque tocara... sino que fue la guinda del pastel de nuestra relación. Si haces las cosas porque toca, te agobias, te pones nervioso y no disfrutas. Por no hablar de la depresión que te puedes coger si no consigues esos objetivos casi impuestos a nivel social. ¿Por qué? Porque no consigues disfrutar de lo que tienes. Siempre te exigen otra cosa. Y eso es inaguantable. Hay muchas parejas que se agobian y no pueden tener hijos por la presión de sus familias. Suena duro; pero seguro que si lo pensamos, conocemos más de un caso. Lo esencial en una pareja no es que vengan peques, sino que se quieran y sean felices. A veces por querer ayudar, fastidiamos más que otra cosa. Hay que dejar a la gente que haga con su vida lo que quiera. Cada pareja sabe su ritmo y nadie tiene la potestad de meterse en ello.


¿Y cuándo toca dedicar un poco de tiempo a estar con nosotros? Porque cuidamos el estar con los demás, el estar informados; pero el quedarnos a solas con nosotros, en silencio, parece que es de locos. Y sin embargo está comprobado que quien dedica parte de su tiempo a conocerse, a estar sin chismes y sin ruido exterior, lo que podría ser meditar, es beneficioso para nuestra salud corporal y mental. ¿Entonces? No lo hacemos porque siempre pasa lo mismo, siempre se repite la misma historia. Queremos los resultados ya y como es un proceso difícil, usamos las excusas de siempre para meternos en la corriente diaria de la rutina y nos olvidamos de lo importante. Hay gente que no lee porque no tiene tiempo. Diría más bien que sí que tiene tiempo, aunque mal empleado. A lo mejor una hora no es posible; pero aprovechar los cambios de actividad, los ratos en el baño, las esperas en los autobuses o en las salas de los ambulatorios. Y si nos atrevemos a leer algo más que los best-seller y cogemos algo más complicado, más filosófico, algo que nos haga pensar un poquito más... quien sabe, a lo mejor nos gusta y todo. A lo mejor nos hace cambiar nuestra manera de actuar en la vida, de enfrentarnos a la realidad.


Siempre lo mismo es aburrido ¿no crees? Si hay algo que he descubierto en este tiempo de excedencia es que cada día ofrece nuevas posibilidades. No es necesario hacer muchas cosas, sólo estar pendiente de lo que es descubrir el mundo. Ver las reacciones cuando Dani prueba una comida nueva, cuando anda, cuando descubre nuevos sitios... es un lujazo poder hacerlo como espectadora activa. Porque cuando lo hicimos los adultos, éramos peques y más de uno ya lo había olvidado. Podemos aprender mucho más de estos "locos bajitos" que ellos de nosotros. Son una auténtica facultad.


Y ahora se acabó el escribir que tengo "clase chupetera". Ya me entendéis. Feliz lunes

No hay comentarios: