Antes de que me quisiera dar cuenta nos hemos plantado en el viernes. Un viernes que se presenta lleno de incógnitas y de esperanza. Incógnitas porque ando pendiente de qué vamos a hacer este fin de semana. Esperanza, porque espero que al ser viernes, podamos disfrutar Dani y yo de mi marido un poco más pronto que lo habitualmente. Ojalá; pero no me hago ilusiones porque luego la decepción puede ser muy grande. Pero no voy a adelantar acontecimientos. Prefiero pensar en qué vamos a hacer este fin de semana. Es curioso; pero si intentamos hacer planes son mucho más complicados que si dejamos que salgan como salgan. Me explico: nos estábamos planteando el ir el sábado a Cuenca (si no íbamos a ver a mis suegros) y me metí en una web para pedir información sobre los restaurantes. Se nos quitaron las ganas. ¿Por qué? Porque los comentarios eran malos, malísimos. Sólo 1 de 34 restaurantes tenía buenas críticas. Algo que me llama la atención. Después mirámos la distancia y nos quedamos un poco de piedra. ¿3 horas para llegar a Cuenca? ¿6 horas como poco en el coche? Me parece demasiado para Dani en un sólo día. Así que miramos otros sitios más cercanos, como Toledo. Y más críticas negativas. Algo que te quitan las ganas. Porque cuando no hay críticas, hay cierta incertidumbre. Cuando las hay y son malas, aunque pueda ser que no sean ciertas, directamente pasas a otro.
¿Cuánta gente gasta un poco de su tiempo en escribir una opinión? Muy poca y es una pena. Porque si vas a un sitio y te gusta, volverás. Con tu opinión, puedes ayudar a otras personas a encontrar ese sitio. Es una publicidad boca a boca. A mi me pasa con las casas rurales. Antes de leer lo que tiene y demás, me leo los comentarios y las fechas de los mismos. Y siempre que voy a una, escribo lo que me ha parecido, para bien o para mal. Son cosas que no te quitan mucho tiempo; pero que pueden ayudar a otros. Es como los comentarios de un blog. Si no escribo más, a veces es por tiempo y otras porque la cocte me da problemas. Pero el visitar a una persona que se ha dedicado parte de su tiempo a escribir, merece aunque sea decir "Te he leído". Si luego, se pueden escribir más o menos líneas, dependerá de cada uno; pero al menos dejar constancia de que has leído a esa persona y estás o no de acuerdo.
El tiempo. Lo gastamos o lo desgastamos, dependiendo de si podemos disfrutarlo o no. Vivimos muy pendiente del tiempo, intentando exprimirlo al máximo y el problema aparece cuando nos obsesionamos tanto que terminamos perdiéndolo. Estás deseando que llegue un momento, el tiempo te parece una eternidad y cuando llega, antes de que te des cuenta se ha pasado. Los mejores momentos es como si se subieran en un fórmula 1 (rojo por supuesto , que los anaranjados ultimamente van muy muy pero que muy despacio). Como las conversaciones con los buenos amigos. Hay personas que hacen pasar rápido el tiempo, que estas 2 ó 3 horas y parecen cinco minutos. Y hay otros que tres minutos parecen 3 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario