sábado, 12 de abril de 2008

Desempolvando borradores

En uno de los comentarios de ayer en el otro blog, me decían que podía desempolvar algunos borradores. Bueno, lo cierto es que no, porque no suelo dejarles olvidados. Algunos los pospongo; pero olvidarme de ellos, no. También es cierto que si los leo y no me convencen, no los publico, o los cambio hasta que el resultado me guste, o los elimino. Aquí tengo pocos borradores; pero en el ordenador se agolpan documentos word, varios libros que tarde o temprano saldrán a la luz, apuntes diversos para seguir explorando... Porque escribir, para mí, además de contar lo que sale del corazón, es explorar. Ahora mismo, ando metida en una de mis novelas, a la que le he cambiado prácticamente la historia de un plumazo. De ser intimista, ha pasado a ser una historia de aventuras, de descubrimientos. ¿Por qué? Porque lo que había escrito me sonaba a más de lo mismo y porque me apetecía explorar algo nuevo. Es más complicado; pero también más divertido. Me ha tocado buscar nombres raros, imaginar un mundo diferente, probar mi manera de escribir a la hora de fomentar intrigas... y me lo estoy pasando genial. Mi mente va encadenando la historia y es como si fuera un espectador, sólo tengo que contar lo que veo, poner la luz en lo que me rodea. Son licencias que te tomas cuando escribes sin la obligación de hacerlo, sin límite de palabras. En un blog es algo diferente. No puedo poner 40 páginas de word al día, porque sería soporífero. Es algo de consumo, por llamarlo de algun modo, más rápido. Algo que para escribir no necesite de una mañana entera, sino que con un par de horas me arregle. Es el tiempo en que Dani duerme, o que descanso en mis labores cotidianas. Muchos de los que me leéis, lo hacéis desde la oficina y eso implica que no pueden ser textos de un montón de párrafos. El consumo de un blog es más breve, aunque eso no le quita calidad. Ya lo he dicho en artículos anteriores, me niego a utilizar esta estupenda herramienta para descalificar a otro o de cada cuatro palabras, tres son insultos. Eso no va conmigo.

La utilidad de los borradores es más de lo que puede parecer. Cuando tienes muchas cosas diferentes que contar, puedes ir escribiendo y ya lo publicarás cuando no tengas nada. A veces en esos momentos, siempre es bueno tener un meme a mano. Para ese día en que la inspiración se está paseando por la calle mientras tú estás ante el teclado. Al final, todo lo que escribes se publica, de una manera o de otra. Pienso en muchos de los post antiguos, que para mi eran buenos y que muy pocas personas leyeron. Normal, casi nadie me conocía. Ya he visto en otros blogs que algunos los vuelven a sacar a la luz, más si vuelven a ser de actualidad. Porque algunos son como premoniciones y habría que renombrarlos como "OS LO DIJE". También existe el factor tiempo, es decir, el típico día que no paras de hacer cosas y que sabes que no vas a tener tiempo de pararte. Para eso, tiras de un borrador y arreglado. Acudes a tu cita puntualmente. A mi me pasa cuando publico por la noche. Me levanto y pienso ¿hoy no voy a publicar más? Y al final, termino escribiendo borradores. Si nadie los hubiera inventado, habría que hacerlo.

Hay dias que no tienes nada que contar. ¿Seguro? Yo creo que no. Siempre hay algo que contar, que puede parecernos banal; pero que tiene una enseñanza. Desde un pensamiento que se te ocurre cuando vas por la calle hasta un desahogo o un recuerdo. Ayer, por ejemplo, el peque tuvo una de esas "malas noches" se despertó a la una y pico y hasta las 5.45 no se durmió. Así pasó. Mi marido y yo cambiamos los planes para poder descansar, turnarnos en recuperar el ritmo y la fuerza. Para ello, una manera estupenda es ponerse el mp3 y desconectar unos minutos del mundo. Cerrar los ojos y dejar que las canciones susurren ideas en los oídos. La banda sonora de ayer estaba compuesta por canciones muy particulares. Canciones que cuando las oyes por primera vez te recuerdan a personas y ya desde entonces las asocias. Me ha ocurrido también con libros. Por ejemplo el de Alexandros está vinculado a la canción de "si quien tiene oro te regala plata" de Abigail. La escuché cuando lo estaba leyendo y desde entonces cada vez que la oigo, me viene a la mente la imagen que me formé de Alexandros en mi cabeza. Y con las personas pasa igual. Si escucho a Rocío Jurado (algo rarísimo porque no me gusta) me vienen a la mente imágenes de viajes en el coche familiar, conduciendo mi padre, camino de la playa, de Barcelona o de algun otro sitio. Hay una de ellas, que me recuerda a los ventiladores de la Muela, los que hay antes de llegar a Zaragoza. El caso es que ayer por la mañana escuché una canción de la Quinta Estación "La frase más tonta de la semana" y en mi cabeza apareció una imagen. ¿Por qué? No lo sé, hace mucho que no veo a esa persona. Iba en el coche y casi podía oir su voz. Cuando he llegado a casa, la he buscado en el mp3 y la he vuelto a escuchar. Ahora sé que a partir de hoy, cada vez que la escuche, pensaré en él.

Es curioso cómo funciona la mente. Hay recuerdos que tarde o temprano vuelven a aparecer. El otro día leía en el blog de una amiga que ojalá no tuviéramos tan buena memoria para algunas cosas. Es cierto. Hay cosas que no deberíamos recordar, Que se deberían quedar en el desván o en algun sitio perdido de la mente. Sobre todo si nos hicieron daño, si nos fallaron personas que teníamos muy cerca. En cambio se nos olvidan cosas que deberían quedar grabadas a fuego. Pero como están tan cerca, parece que no las valoramos. ¿Se le puede olvidar el cumpleaños de un hijo a una madre? Yo diría que no. ¿Y al revés? Eso es otra cosa. No porque no te importen, sino que a veces te bailan las cifras. Yo me recrimino de vez en cuando mi mala memoria con las fechas. Por ejemplo, con una de mis sobrinas siempre me lío. Y con la fecha de la muerte de mi abuela igual. Tengo que echar mano del recordatorio. No porque no la quisiera, sino que a veces la memoria juega malas pasadas. Sin embargo, hay detalles, palabras, que se quedan clavadas. Nos olvidamos de lo bueno y revivimos lo malo. ¿No me creeis? Pues basta que alguien importante para tí te diga "no vales para nada". Eso se queda grabado. Y será falso, seguro, pero se queda y es como el goteo en una piedra, al final erosiona. Y si eso te lo dice la persona que más quieres, entonces ni te cuento lo que puede pasar. Yo tengo suerte, mi marido no me diría eso en la vida. Pero cuando veo la televisión, con tanta historia de maltrato, no puedo dejar de pensar que antes de llegar ahí a esas mujeres las maltrataron psicológicamente diciéndolas "sin mi no eres nadie, no vales nada". Y es duro el recuperar la autoestima de esa mujer. Nadie tiene derecho a tratar como una piltrafa a un ser humanos. Menos todavía cuando se supone que sientes amor (si es que eso es amor, cosa que dudo) por esa persona. Todo ser humano tiene dignidad. Y esa persona si descubre lo bueno que hay en ella (y seguro que hay muchas cosas buenas) saldrá adelante con fuerza. Lo sé por experiencia. Cuando he tenido un bajón anímico (y después del parto es muy sencillo que te plantees si eres buena madre, si podrás hacerlo bien... etc) mi marido siempre me dice que él siempre se rodea de campeones. Una sola frase dicha por una persona importante, hace que te plantees las cosas de otra forma. Esas buenas frases son las que deberíamos desempolvar y las otras, las que hunden, deberíamos dejarlas metidas en un almacén bajo capas y capas de suciedad. No se trata de no ver lo malo, sino de no quedarse estancado en ello. Por si nadie te lo había dicho, lo repito "Hay mucha bondad en tí".

Desempolvando mis estudios de filosofía me econtré con una frase de Leibniz que decía algo parecido a que no podíamos caer en el desánimo porque entre todos los santos que podían haber nacido, Dios te eligió a ti. ¿Puedes decir ahora que no tienes valor? Dios, el todopoderoso, el omnipotente, el que lo sabe todo, te eligió a ti. Tendríamos que grabar ese pensamiento en el corazón a fuego. Para los no creyentes... bueno, la adaptación de la frase pero sin Dios... de las muchas personas que pudieron nacer ese día, naciste tú, por algo será ¿no? Desempolvemos los buenos borradores y dejemos atrás los malos, aunque la memoria nos diga lo contrario. Hagamos que la memoria se parezca a internet cuando el ordenador se pone a hacer cosas raras y se traga los post. Es como si nunca hubieran existido, salvo para el que escribe. Y a mi me pasa que cuando ocurre eso, no consigo escribirlo exactamente igual, así que para mi también se ha perdido. Quedémonos con lo que nos ayuda a avanzar.

2 comentarios:

maria jesus dijo...

Me alegro de conocerte. Me ha gustado mucho lo que escribes y como lo escribes. Con tu permiso te visitaré a menudo. Saludos

Ultreiacris dijo...

Hola Maria Jesus:D

Gracias por la visita. Puedes venir siempre que quieras que mi bitácora es un sitio abierto a todos.

Besotes