miércoles, 28 de marzo de 2012

Periodistas y Redes


Sigo con las reflexiones que me ha originado el iRedes. Y eso es precisamente lo que quiero escribir, mi reflexión sobre este panorama. No busco ni hacer amigos ni enemigos, simplemente expresar lo que pienso sobre algo que me toca muy de cerca, porque soy periodista y aprendiz en esto de las redes sociales. Así que, sin justificarme, que cada uno opine lo que quiera sobre estas líneas porque estoy convencida de que las opiniones son libres y lo importante es que cada uno tenga la suya con independencia de si es la opinión mayoritaria o no. Porque de todas las opiniones se puede aprender, hasta de las más opuestas a las propias. A veces nos permitirá reafirmarnos en las propias, otras nos darán un punto de vista que nos hará entender mejor a los que nos rodean, y eso es siempre muy valioso para la convivencia, porque nos hace personas, nos hace humanos.
Lo primero que me llamó la atención en el congreso era la especie de confusión en la profesión sobre si las redes sociales son o no un medio de comunicación. Personalmente creo que no. Las redes son un canal, una herramienta de comunicación; pero no pueden ser un medio, en el sentido tradicional, como puede serlo la prensa, la radio o la televisión. ¿Por qué? Porque los medios tienen una línea editorial, mientras que las redes sociales son personales. Y aunque puede parecer algo nimio no lo es. En un medio, un periodista se debe a su línea editorial, en las redes, las personas se deben a si mismas. ¿Entonces los periodistas que escriben en las redes? Evidentemente, es muy distinto escribir en las redes como un canal más del medio que a escribir de forma personal. Al igual que es diferente informar a opinar. En una cuenta personal, seas periodista o no, tienes derecho a escribir sobre lo que quieras, mientras que si eres la cara visible de una empresa, es una cuenta profesional, debes escribir de acuerdo a un manual de estilo. Y este es un tema importante. Enlaza con lo que puede o no hacer la empresa con las opiniones de los empleados en las redes sociales. Ya hemos visto noticias de personas que pierden sus empleos por opinar de forma contraria a la empresa en la que trabaja. ¿Es lícito? Personalmente creo que no; pero supongo que los directivos de recursos humanos pueden tener otra opinión. Supongo que esa idea de tener como amigos de Facebook a los jefes no es la mejor idea que se puede tener. Y tener a los compañeros de trabajo, supongo que depende de la relación que se tenga. Cada red social tiene un cometido y no se publica de igual forma en Facebook que en Twitter, en Tuenti que en Google+. Por tanto, creo que por sentido común hay que hacer cierta división de los contactos en las redes, dependiendo de lo que quieras compartir y, al mismo tiempo, ser consciente de lo que significa escribir opiniones.
Las redes pueden facilitar mucho la labor de los periodistas. Quizá por eso no comprendo que en algunas redacciones, su acceso esté prohibido. El tiempo en las redes puede ser profesional, no se trata de estar conectados por el hecho de estarlo. Las redes permiten un contacto directo con los lectores, el que cada internauta, por así decirlo sea un periodista en su localidad, sea corresponsal a través de su smartphone. Es normal tener cierto respeto o cautela a la novedad; pero no es bueno perder oportunidades que pueden facilitar el trabajo y dar una inmediatez que puede ser beneficiosa. Una inmediatez que debe usarse profesionalmente en los medios sin caer en la rumorología. El periodismo es información y generación de opinión, por lo que hay que darle la debida credibilidad a las fuentes. No es lo mismo seguir a una persona y que nos diga que ha habido un accidente en una carretera a que esa misma persona nos diga que los dinosaurios han aparecido en una ciudad. Creo que algo que no debemos perder de vista nunca es la intuición del sentido común. La sociedad va a un ritmo que los medios tradicionales sólo pueden permitirse con las nuevas tecnologías; pero se equivocarían si perdieran su identidad, lo que los hace únicos, lo que les diferencia. 
¿Vale cualquiera para comunicar? Mi opinión es que no. Todos nos comunicamos, por supuesto, pero hay algunos que lo hacen mejor que otros, depende del talento de cada uno. Tener talento para ello no significa creerse superior o quedarse ahí. Puedes tener una habilidad que si no la desarrollas, creo que no vale para nada. Al igual que en otros campos, en la comunicación es necesaria la formación y la experiencia, la teoría y la práctica. Se puede aprender a comunicar, se tenga talento o no, aunque si no se tiene ese talento, costará más hacerlo. Y las redes no son un campo diferente en este aspecto. Los que estamos en ellas sabemos que hay blogs que merece la pena seguir, que generan y aportan contenido original y otros que son un copia-pega de las tendencias de google, meros repetidores. Depende de tu objetivo cuando escribes un blog el decidir lo que tienes que hacer.
Con internet ya no hay intermediarios como pueden ser las editoriales, para publicar contenido. Cualquiera con un ordenador, con conexión a internet puede publicar sus ideas y eso hace que la red sea una gran plaza donde nadie es más que nadie por tener un nombre, sino que de igual a igual uno tiene que ganarse el respeto, donde se produce por así decirlo una democracia real. Y ésto es apasionante y arriesgado al mismo tiempo. Si sólo te preocupa la cantidad, puede ser frustrante que no tengas mucho seguidores. Si lo que te preocupa es comunicar, puedes encontrarte amigos más que seguidores, lo que te generará un beneficio personal que va más allá del económico.
¿Deben los periodistas estar en las redes? Por supuesto. No por el mero hecho de estar, sino porque en las redes están sus lectores, sus oyentes, sus televidentes. No pueden dejar que lo urgente o lo inmediato les anule el criterio, su identidad; pero escuchando se aprende mucho. Las redes pueden ser una herramienta más de su trabajo, una manera de volver al tú, que es mucho más que la masa.

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